NADIE SABE PARA QUIEN TRABAJA
Pones un ladrillo
y otro construye la casa
Pones la casa
y cualquiera la habitará
Pintas un sol
y sus rayos prenden otros fuegos
otras lógicas de la brevedad
Convocas las sombras
y llenan los espacios con sus estrépitos
Abres una mano
y alguien comerá tu pan.
DEL ÁRBOL CAÍDO TODOS HACEN LEÑA
a sus corrientes tortuosas
a la lascivia de sus olas
Lavar el pecado entre la arena
Servida el agua
siempre habrá un vaso
dispuesto para el suicidio
ECHAR LEÑA AL FUEGO
para borrar el dolor de sus hojas marchitas.
Mas, no sorprenda
su codicia ante el vuelo
su egocéntrico respiro.
En ello está su poder
Pintaría un árbol de diversos colores
si pudiera ver su dolor ante el árbol caído